Años atrás una noticia llenó los titulares de múltiples medios: un objeto con una forma similar a una nave espacial fue encontrado en el fondo del Mar Báltico. De inmediato todas las alarmas se prendieron, y muchos argumentaron que esto se trataba de un OVNI caído. Ahora, en el mismo lugar, el mencionado mar Báltico, unas extrañas señales están siendo detectadas, dejando desconcertados a los investigadores.
En 2018, un equipo de oceanólogos estuvieron muy cerca de desvelar el misterio de una de las anomalías más misteriosas.
«Halcón Milenario» submarino
La empresa sueca Ocean X, dirigida por Dennis Osberg, está especializada en la exploración de los secretos del fondo marino. No se trata sólo de un potente equipo de entusiastas, sino también de una empresa técnicamente equipada, que tiene a su disposición el buque de investigación OceanX MV Alucia, de 56 metros, equipado con cámaras y un helipuerto.
Fueron los primeros en capturar un calamar marino gigante, estudiaron sumideros, recuperaron del fondo del Atlántico los restos de un Airbus A330 que se estrelló en 2009 y probaron un prototipo del drone de aguas profundas Orpheus, desarrollado por el Instituto Woods Hole y la NASA.
Siguiendo el consejo de un colega ruso, descubrieron en 2015 en las aguas territoriales de Suecia los restos del submarino ruso Som, hundido hace cien años.
En 2010, los suecos encontraron un objeto inusual en el Mar Báltico a 87 metros de profundidad. Parecía una nave espacial, como si hubiera llegado desde el plató de «La Guerra de las Galaxias». La característica principal de la nave era la «cámara de carga»: una plataforma gigante con una pista de aterrizaje, contra la que los buzos parecían pequeños peces.
La anomalía del mar Báltico
Anomalía del Báltico
La «Anomalía del Báltico«, como la han apodado los buzos, se ha hundido en el fondo del mar. Un análisis químico del material con el que se fabricó el insólito objeto confirmó las conjeturas de que el objeto hallado en el fondo no era de origen natural.
Las primeras imágenes desde la profundidad permitieron a los científicos examinar con detalle algo del fondo del mar: un objeto redondo de forma geométrica correcta de 60 metros de diámetro, sin bordes afilados.
Cerca del objeto encontrado, se veía una franja de 300 metros en el fondo, como si la misteriosa nave estuviera aterrizando. Muchos medios lanzaron titulares soprendentes: «Nave alienígena», «Halcón Milenario», en alusión a la nave de Han Solo de la misma «Guerra de las Galaxias».
Los fanáticos de la historia alternativa que estudiaron los datos del Ocean X vieron un fragmento de la Atlántida en el gigantesco artefacto, alguien planteó una versión más prosaica de que era una «nave rusa». Alguien habló de la evidente presencia de rampas y escaleras en la instalación.
El geólogo Steve Weiner, del equipo Ocean X, tras realizar los estudios pertinentes, descartó las versiones sobre el origen natural de la «Anomalía del Báltico». Señaló que se trataba de un metal o una aleación de metales que no se encuentra en la naturaleza.
Los periodistas e historiadores alternativos no cesaron en su empeño y pronto apareció la versión de que en el fondo del Mar Báltico se encuentra un submarino nazi de los desarrollos secretos del Tercer Reich.
La suposición se basaba en el hecho histórico de que los alemanes realizaban allí a menudo sus pruebas secretas, y un poco más lejos estaba el lugar de pruebas de Rügen, que más tarde se convirtió en una base de misiles.
Mar Báltico. Imagen: Wikimedia Commons
La ciencia oficial refuta
Los científicos reaccionaron con escepticismo ante todas las suposiciones. Señalaron que la foto del objeto fue tomada con mala calidad y que a la imaginación humana en estos casos le gusta acabar con lo que no es y nunca fue.
El arqueólogo Göran Ekberg señaló que, aunque el hallazgo era extraño y en apariencia se parecía realmente a la obra de manos humanas o a la intervención de una mente extraterrestre, no es ni mucho menos el primer objeto de este tipo en el mundo.
Intervención de los servicios especiales
Sin embargo, es interesante que los resultados del estudio de los geólogos de Estocolmo, así como los cálculos de Ocean X, fueron rápidamente retirados de las fuentes abiertas.
También se informó de que el caso fue transferido a la jurisdicción de los servicios especiales suecos y noruegos. Los buzos del equipo Ocean X parecían preocupados al hablar del hallazgo.
En particular, a Stefan Hogerborn no le convencieron los argumentos de los científicos, y sigue creyendo que los chicos han encontrado algo único.
Señales detectadas
Extrañas señales fueron emitidas por un misterioso objeto en el mar Báltico.
Esta versión también se ve respaldada por los datos de que en los documentos publicados originalmente se registraron algunas «ráfagas electromagnéticas» similares a los sonares terrestres de los submarinos. Los datos sobre ellos desaparecieron del dominio público junto con la gran mayoría de los materiales sobre la anomalía submarina.
Además, los buzos afirmaron que era imposible tomar fotografías de alta calidad cerca del objeto. ¿Por qué? Hay varias versiones al respecto: desde la influencia de campos electromagnéticos hasta una fuerza desconocida para la ciencia que inutiliza los equipos.
Científicos desconcertados
La anomalía del mar Báltico.
El principal escéptico, el científico Peter Lindberg, se reunió varias veces con los periodistas y dijo que era el hallazgo más extraño de su vida y que tenía más preguntas que respuestas. Y de repente dejó de comunicarse.
Los periodistas supieron por él que todos los teléfonos y otros aparatos eléctricos en un radio de 25 metros del hallazgo dejaron de funcionar. Durante aproximadamente un mes después de estar sumergidos en el agua, todos los miembros de la tripulación sufrieron migrañas y fiebre, como si hubieran ingresado en un microondas gigante.
Hasta ahora, no hay explicación para otra rareza: quién y por qué pudo dar la orden de interrumpir esta misión y pasar a buscar otros objetos. Es cierto que hay suficientes en el fondo del Mar Báltico. Pero parece que alguien ha intentado poner fin a esta historia por la fuerza. Ya se ha recibido una prohibición oficial para que los buceadores ordinarios se sumerjan en este lugar hasta el fondo del mar.
En 2018, científicos de la Universidad de Estocolmo afirmaron que la «Anomalía del Báltico» es un producto de origen geológico y que no hay que buscar signos de una presencia extraterrestre donde no los hay. Los investigadores declinaron responder a otras preguntas relacionadas con la radiación electromagnética y los problemas de salud.
